Por: Yuniel Labacena, para Juventud Rebelde
«Pero sálvese lo que se salve, tenga futuro o no la naturaleza que hizo a nuestra Villa, creo que una de las responsabilidades principales que va a tener esta Fundación será la de reducar a nuestros paisanos en aquel amor a lo nuestro esencial que se nos fue apagando, o que las circunstancias nos hicieron olvidar».
Así definió el cantautor Silvio Rodríguez una de las misiones que tendrá la Fundación Ariguanabo, la cual fue constituida en días recientes —luego de diez años de insistente reclamo y acciones— con el propósito de fomentar una cultura de protección al medio ambiente asociada a la salvación del río de igual nombre en el municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, como símbolo natural, espiritual y cultural.
La buena nueva llegó el viernes último cuando en el Ministerio de Cultura quedó oficialmente legalizada la Fundación. Alpidio Alonso, titular del sector, firmó el documento junto al inmenso trovador, y otros integrantes de la misma, quienes han tratado de frenar el alto grado de contaminación del Ariguanabo.
La naciente fundación —la séptima que se crea en el país— contrae también el encargo de promover acciones culturales de protección al medio ambiente, el rescate del patrimonio natural, cultural e histórico y su memoria, lo que lógicamente contribuirá al desarrollo espiritual de sus habitantes en el rescate de sus tradiciones.
Quizá por ello Fernando Rojas, viceministro de Cultura, dijo que era un motivo de mucha satisfacción contar con otra fundación de esta naturaleza. Desde el Ministerio vamos a desarrollar un espíritu de colaboración, de apoyo irrestricto a sus iniciativas y de coordinación con otros organismos de la Administración Central del Estado, agregó.
Igualmente manifestó que este es «un momento de mucha significación para impulsar actividades culturales y de salvación del patrimonio natural», a la vez que instó a la Fundación a colaborar con las otras de su tipo existentes en Cuba. «Agradecer el gran esfuerzo que han hecho para llegar a este momento, la paciencia demostrada y el extraordinario compromiso que tienen con la población donde viven y con su patrimonio».
A partir de ahora se abre una puerta para trabajar con el corazón, la mente y el esfuerzo común de nuestro entorno. Para ese empeño, la Fundación tiene a Giraldo Alayón como presidente; Aymée Posada, directora ejecutiva; Sandalio Camblor como secretario; y además la integran Mario Campos, Isel Chacón, Rolando Méndez, Luis Plácido Ortega y el autor de El necio.
Al servicio de todos
Nunca es tarde si la dicha es buena manifestaron no pocos participantes durante la constitución de la Fundación, y en especial Silvio, quien ha sido parte «de tantas acciones y gestiones» por la salvación del Ariguanabo, aunque su «conciencia no está tranquila» y no se siente «totalmente a gusto con ver llegar una transfusión, ahora que el río está en coma», como escribió en su blog Segunda cita.
Sí, porque como el mismo aseguró en sus palabras—luego de agradecer el apoyo del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez a la iniciativa— la última noticia que tenía del Ariguanabo es que «ambas riberas se habían juntado ya en dos puntos, cosa que convertía a nuestro río en tres laguitos. Para revertir eso (solo eso) haría falta recursos en maquinaria y humanos que solo el Estado y una muy sólida voluntad de hacerlo resolverían. O sea, que si no logramos convencer de la necesidad de acción urgente a “los factores” (cosa que no hemos conseguido en 20 años) el deterioro del Ariguanabo sería irreversible…».
Y recordaba que «San Antonio fue fundado donde está hace 224 años, justo porque allí había un río y unos bosques útiles a propósitos humanos. Río y bosques que desde aquel día no han dejado de servir a todo tipo de intereses. Por lo que hace mucho necesitan que los humanos también nos ocupemos de sus necesidades, más aún si está en juego su existencia. Esta idea está y estará al servicio de nuestra naturaleza, nuestro pueblo y nuestro país», expresó.
También el artista le dio «las gracias a los amigos del río, como llamamos en la última etapa al pequeño núcleo de ariguanenses y simpatizantes que empezamos a reunirnos para discutir y hacer gestiones. Gracias por haber respondido a la labor que está en sus corazones y en su conciencia». Igualmente reconoció los proyectos espontáneos creados por varios de sus colegas de la Fundación.
«Siempre he admirado mucho el trabajo prácticamente sin recursos, modestísimo, que han venido haciendo Aimé Posada y Giraldo con los niños de San Antonio, haciéndoles excursiones al río y a sus bosques, explicándoles los nombres de las plantas, la fauna, los insectos, el origen de los manantiales y la importancia de amar todo ese sistema que, tanto como nuestros padres, nos ha dado vida. Creo que ese trabajo de consciencia tendría que convertirse en norma de nuestro pueblo, y creo que Radio Ariguanabo, más que ayudar, debería enfocarse por ahí».
Un aparte también tuvo el cantautor para el desarrollo de las fundaciones en Cuba. «Este tipo de instituciones que representan el legítimo deseo y voluntad ciudadana de echar ideas culturales, ecológicas y sociales debe ser atendido y solucionado cuanto antes. Las fundaciones hechas por hombres y mujeres formados en años de justicia revolucionaria igualmente deben estar destinadas a trascender y a continuar en el futuro su trabajo bienhechor».
Ese ha de ser el camino de la Fundación Ariguanabo.